Odio que comer sano sea aburrido, confuso, y caro... ¿y tú?

Hace unos años conocí a una doctora que transformó cómo veo el mundo.

Tenía 20 años y mi acné estaba fuera de control... pero horrible.

Odiaba verme en el espejo de mi baño cada mañana y noche. Me sentía tan feo. Me aislé del mundo y de mis amigos. No me gustaba salir en público porque sentía que todos se me juzgaban para mal.

Había visto a una dermatóloga hace como año y medio. Ella me dio algunas pastillas que hicieron su magia. Casi cero brotes durante un año. Y seguía usando el jabón que me recetó. También me pidió que no comiera chocolates ni crema de cacahuate —los cuales, tristemente admito, comía en rara ocasión.

Todo estuvo bien durante un año. Tenía uno que otro brote — nada que una pomada no pudiera reparar.

Pero ahora tenía muchos brotes horribles. La dermatóloga había dicho que no pasaría eso de nuevo. Y el hecho de que no fuera cierto hizo que buscará a otros dermatólogos.

Encontré a una dermatóloga cerca de mi casa y agende una cita en cuanto tuve dinero.

La dermatóloga y sus locuras

Entré a su consultorio, me saludó, y me preguntó por qué había venido a verla. (¡Claro que ya sabía por qué! Pero que amable por preguntarme).

Luego me preguntó qué solía comer.

"Me desayuno un cereal Special K o All-Bran con leche deslactosada y un jugo de arándano. Algunas veces como avena. Nada de chocolate ni crema de cacahuate (tú y yo, querido lector, sabemos que esto no era cierto). También intento evitar pan blanco ni chucherías."

Después de todo, intentaba comer según lo que escuchaba que era sano.

Me dijo que era muy probable que lo que comía estaba causando mi acné.

"Es que hay algo muy mal con la manera en la que comemos. Tú tienes el problema del acné. Es una señal de que hay un problema interno. Hay otros que tienen diabetes, problemas cardiovasculares, Alzheimer, obesidad. Mucho de esto se debe en gran parte por lo que comemos."

"Mira, te voy a recetar unas pastillas para que te las tomes por unos meses. Las pastillas son solo porque estás muy mal y necesitas ayuda rápida. Además, te voy a enviar un libro sobre la medicina funcional. Necesito que lo leas. Ha transformado como yo, muchos doctores, y todos mis pacientes ven el mundo. Te miro en un mes."

En las siguientes citas hablamos sobre el libro y la medicina funcional.

  • "Varias empresas multimillonarias tienen centros de investigación donde hacen todo lo posible para hacer su comida más adictiva."

  • "El aceite vegetal no tiene nada de sano."

No acepté lo que me dijo la doctora de volada. Soy de las personas que los doctores aprecian u odian por preguntón.

Me decía algo, le hacía varias preguntas, iba a mi casa a investigar, y le hacía más preguntas la siguiente vez. Todo lo que me decía cuadraba. Ah, y no le molestaba que fuera preguntón. Así que tenía bastante confianza en lo que decía.

Mi acné desapareció. Seguía con cicatrices en mi cara que quería arreglar. Pero dejé de ver a la doctora porque me mudé de ciudad.

Todo cambia el día de hoy

Me gustaría decir que ya no tuve problemas con mi acné desde conocerla. Que me convertí en alguien sano con una cara hermosa. Pero ese no fue el caso. No he aplicado lo que me enseño al cien. Solo algunas cosas.

Tuve bastante acné dos años después de que dejó de atenderme. No tan grave como antes. Pero allí sigue.

Regresé a Mexicali y busqué a mi dermatóloga. Pero no la encontré. Ya no trabajaba en su mismo consultorio. No contestaba los mensajes que le enviaba por WhatsApp. (Hace poco me enteré de que se tuvo que regresar a Tijuana).

Fui a ver a tres dermatólogos desde que dejé de buscarla. Todos me han recetado pastillas. Las tomo y después de algunos meses comienzan los brotes de nuevo.

Estoy harto de depender de pastillas. No estoy listo para aceptar que necesito pastillas. No hasta que haya puesto a la prueba los principios de la medicina funcional.

Me molesta que no he hecho lo suficiente para cuidarme. No como de la manera ideal.

Estoy harto de saber que la medicina funcional puede ayudarme como a muchas otras personas. Miles de personas dicen que la medicina funcional a resuelto o al menos controlado muchos de sus problemas: acné, migrañas, sobrepeso, y más.

Estoy harto de no intentar entender la medicina funcional a fondo.

Mi problema es el acné, pero el de mi mamá es la diabetes, de varios familiares la obesidad. Yo puedo hacer algo para ayudarlos. Y si no quieren aceptar mi ayuda, me satisface saber que intenté y que hay otros que sí aplicarán lo que comparto.

Estoy harto de saber que puedo ayudar a muchos y no luchar por hacerlo. Pero prometo que todo cambia el día de hoy.

Mi misión

Se me quedó grabado algo que dijo la dermatóloga:

"La comida nos está matando. Pero podría salvarnos."

Nos están enfermando las empresas grandes para ganar dinero. Sí, nos venden productos deliciosos como las galletas, los jugos, etc. Pero nos mienten sobre qué tanto daño nos hacen.

No está bien que tantas personas sufran enfermedades que no se veían durante los siglos anteriores, que haya niños pequeños con obesidad, que la comida más barata es la más dañina.

Todo sería diferente:

  • Si la información que se comparte en los medios no fuera tan confusa y contradictoria — "ahora esto te da cáncer y esto no", aunque antes fuera sano

  • Si los artículos científicos no fueran tan aburridos de leer

  • Si fueran honestos sobre quién fundó X estudio a favor de X comida

  • Si no fuera tan cara y mala la comida sana/orgánica que se vende en los supermercados

Mi misión es analizar mucha información para encontrar la verdad y compartirla contigo.

Quiero mejorar nuestras vidas — y las de nuestros seres queridos — a través de la comida deliciosa y sana (suena mejor “poderosa”, ¿no lo crees?").

Quiero que sepas que hay otra opción, además de rezar que lo que comes no te mate pronto.

Quiero que sea interesante — incluso que pienses que es necesario — saber qué rayos estamos metiendo en nuestros cuerpos.

Quiero que dejen de enfermarse personas inocentes... que ya no pueden disfrutar la vida al cien, o que dejan a sus hijos huérfanos.

Es hora de luchar.